Desde hace varios años, Bangladesh es el segundo mayor exportador de prendas de vestir del mundo, solo después de China.
Entre los años 2021-22, el sector textil produjo alrededor de USD 42.600 millones, lo que significa más del 80% de la exportación total del país, con más de 4 millones de personas trabajadoras, de las cuales, alrededor del 60% son mujeres.
Las condiciones de trabajo han sido históricamente muy malas, tanto en cuanto a los derechos laborales como en relación con la infraestructura de las empresas, donde predominan los grandes establecimientos fabriles, alta concentración de personas en situación de hacinamiento e inseguridad extrema.
En el año 2013 ocurrió un hecho grave y determinante: el derrumbe del edificio Rana Plaza en Savar, que dejó un saldo de más de 1100 personas muertas y más de 2500 heridas.
El lugar alojaba cinco fábricas de ropa que producían para algunas de las principales marcas de moda en el mundo, por lo que, muchas de las personas que murieron o resultaron heridas eran trabajadores de estas fábricas.
En el momento del derrumbe del edificio, se encontraron, entre los escombros, etiquetas de muchas marcas de moda internacionales como Primark, Inditex, El Corte Inglés, Walmart, Mango, Benetton, Cato Fashions y The Children’s Place.
El episodio se considera uno de los peores desastres industriales en la historia de la industria textil en el mundo entero.
Hubo varios factores que contribuyeron al desastre, como la construcción ilegal de pisos adicionales en la parte superior del edificio, la falta de permisos adecuados y el hecho de que los materiales utilizados en la construcción no eran de buena calidad.
Además, no existían medidas de seguridad mínimamente adecuadas ya que, por ejemplo, muchas de las puertas y salidas de emergencia estaban bloqueadas o cerradas, lo que impidió que los trabajadores pudieran escapar del edificio cuando comenzó a caerse.
Después del derrumbe de Rana Plaza, hubo un aumento de la conciencia social, nacional e internacional sobre las condiciones laborales en la industria textil de Bangladés.
Como consecuencia de ello se firmó, en mayo de 2013 entre organizaciones de trabajadores, empresas internacionales y el gobierno de Bangladés, el denominado Acuerdo de Bangladesh, cuyo objetivo básico era mejorar la seguridad y las condiciones laborales en la industria textil de Bangladesh. Incluye el aumento de inspecciones de seguridad laboral, arreglo de edificios por debajo de los estándares debido, capacitación de empresarios y trabajadores, entre otros aspectos.
Renovado varias veces, el Acuerdo involucra a varias de las grandes marcas textiles internacionales y ha logrado algunas mejoras en el sector.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las condiciones de trabajo en la industria textil de Bangladesh siguen siendo problemáticas. Los trabajadores a menudo enfrentan salarios bajos, largas horas de trabajo y condiciones laborales peligrosas e insalubres.
De hecho, el país ha sufrido otros graves episodios de inseguridad laboral con consecuencias mortales para los trabajadores.
En junio del año 2022 se produjo una explosión en BM Depot que evidenció carencias notables en materia de seguridad ante elementos químicos y en prevención de incendios. Más recientemente, el 4 de marzo de 2023, se produjeron una explosión en la planta de oxígeno Seema y al día siguiente, otra explosión en Dhaka que provocaron muertes y numerosos heridos.
Ante la primera de las explosiones, la Organización Internacional del Trabajo emitió un comunicado por el cual manifiesta su deseo de que
“este trágico accidente sirva como un recordatorio, para todas las partes involucradas, sobre la urgencia que se necesita para abordar los problemas de seguridad en todos los lugares de trabajo del país.” [1]
La Ley del Trabajo de Bangladesh se modificó en 2013 para simplificar el registro de los sindicatos, lo que dio lugar a un fuerte aumento del número de organizaciones de trabajadores.
A fines de febrero del año 2023, había aproximadamente 1.201 sindicatos registrados en el sector de la confección textil.
El fortalecimiento de la organización sindical se expresa en importantes acciones reclamando aumentos salariales significativos que logren acercarse al mínimo necesario para cubrir las necesidades básicas de las personas trabajadoras. Ha habido importantes movilizaciones durante los últimos años, las cuales, en general, fueron seguidas por represión y despidos masivos.
Actualmente, las acciones sindicales se intensifican y han logrado, al menos, algunas reacciones positivas del Estado y de ciertas empresas, aunque todavía están lejos de las aspiraciones sindicales.
El 7 de noviembre, un comité estatal de fijación de salarios mínimos (que se reúne cada cinco años) había anunciado un aumento de 56,25% del salario mensual básico para los cuatro millones de trabajadores del sector textil, situándolo en 12.500 takas (unos 113 dólares).
La suma se considera insuficiente por lo cual recibió rechazo sindical ya que, según la Federación de la Industria y la Confección de Bangladesh, el mínimo no puede estar por debajo de 15.000 takas (unos 135 dólares).
La propuesta estatal fue precedida de amplias movilizaciones de miles de trabajadores ante el planteo empresarial de un aumento salarial muy inferior a la propuesta por los sindicatos.
Las movilizaciones han sido reprimidas, se han denunciado múltiples hechos de violencia e inclusive al menos tres trabajadores perdieron la vida como consecuencia de la represión policial.
Por su parte, algunas de las grandes marcas que producen en el país como Adidas, Puma y Hugo Boss, enviaron una nota a la primera ministra de Bangladesh, para “hacer ver” que es necesario un aumento salarial que no se produce hace años y en medio de un alto índice inflacionario.
Si bien los sindicatos destacan este hecho, lo califican como tardío e insuficiente, ya que, en general, las marcas internacionales se han mantenido en silencio ante las demandas de ajustes salariales.
Las movilizaciones se encuentran en pleno desarrollo y marcan una nueva realidad en el país porque luego de mucho tiempo, las organizaciones laborales están presionando seriamente por la mejora salarial y de sus condiciones laborales.
[1] https://www.ilo.org/dhaka/Informationresources/Publicinformation/WCMS_870518/lang–en/index.htm