Con la presencia de casi 2000 delegados de 161 países parte de la ONU, así como centenares de organizaciones, técnicos y científicos observadores, pero sin muchos avances, el 19 de noviembre culminó en Nairobi, Kenia, la tercera reunión del Comité Intergubernamental de Negociación del Tratado (INC, por sus siglas inglés).
Según datos de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) la producción de plástico se disparó de 2 millones de toneladas en 1950 a 348 millones de toneladas en 2017, convirtiéndose en una industria global valorada en 522.600 millones de dólares y se espera que duplique su capacidad para 2040.
Los impactos de la producción de plástico y la contaminación que provoca inciden en la triple crisis planetaria de cambio climático, pérdida de naturaleza y contaminación.
Los plásticos pueden dañar la salud humana, afectando potencialmente la fertilidad, la actividad hormonal, metabólica y neurológica, y la quema de plásticos al aire libre contribuye a la contaminación del aire.
Algunos datos resultan ser particularmente alarmantes:
- Para 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción, el uso y la eliminación de plástico representarán el 15 por ciento de las emisiones permitidas, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C (34,7°F).
- Más de 800 especies marinas y costeras se ven afectadas por esta contaminación mediante ingestión, enredo y otros peligros.
- Unos 11 millones de toneladas de residuos plásticos desembocan anualmente en los océanos. Esta cifra podría triplicarse de aquí a 2040.
Según la UNEA, el cambio hacia una economía circular puede reducir el volumen de plásticos que ingresan a los océanos en más del 80 por ciento para 2040; reducir la producción de plástico virgen en un 55 por ciento; ahorrar a los gobiernos 70 mil millones de dólares de aquí a 2040; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25 por ciento; y crear 700.000 puestos de trabajo adicionales, principalmente en el sur global.
En los acuerdos del año 2022, se había establecido la creación de un comité intergubernamental de negociación elabore un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluso en el medio marino, que debe continuar, entre otros aspectos, cláusulas que permitan:
- Promover la producción y el consumo sostenibles de plásticos a través, entre otras cosas, el diseño de productos y la gestión ambientalmente racional de residuos, incluso mediante la gestión de recursos enfoques de eficiencia y economía circular;
- Desarrollar, implementar y actualizar planes de acción nacionales que reflejen las iniciativas impulsadas por los países para contribuir a los objetivos del instrumento; Promover planes de acción nacionales para trabajar en la prevención, reducción y eliminación de la contaminación plástica y apoyar la cooperación regional e internacional. [1]
Aunque las expectativas eran muchas, la realidad es que, tras una semana de negociaciones, no se ha logrado avanzar gran cosa con relación a anteriores sesiones. Ni siquiera se ha podido validar el documento cero que circuló en la reunión, por lo que, las siguientes sesiones no partirán de una base de negociación ya acordada.
Claramente hay visiones muy diferentes entre los países productores de petróleo y los demás, lo que dificulta mucho los acuerdos lo que, según las reglas establecidas, solo pueden lograrse por consenso.
Observando lo debates, da la impresión que la gran mayoría de los países están dispuestos a adoptar normas internacionales vinculantes y no solo voluntarias, e incluso muchos pretenden que se incluyan prohibiciones para los plásticos dañinos e innecesarios.
Debe tenerse en cuenta que casi la mitad del plástico se dedica a envases y embalajes, mientras la otra mitad se reparte en los sectores de la construcción, la automoción, la electrónica o la agricultura, entre otros. Actualmente, se recicla alrededor del 9% de lo que se produce, un 12% se quema y el resto se tira en vertederos contaminando la madre tierra.
Desde la comunidad científica se solicita que el futuro instrumento internacional debe establecer objetivos de reducción de producción concretos, obligatorios y con plazos determinados, reduciendo s la cantidad de productos químicos y polímeros asociados a la producción de plásticos.
[1] United Nations Environment Assembly of the United Nations Environment Programme Fifth session Nairobi (hybrid), 22 and 23 February 2021 and 28 February–2 March 2022 Resolution adopted by the United Nations Environment Assembly on 2 March 2022, UNEP/EA.5/Res.14,