La organización no gubernamental Global Witness con sede en Londres, ha presentado en septiembre de 2023 su Informe Standing firm. The land and environmental defenders on the frontlines of the climate crisis.
Como viene realizando hace años, GW da cuenta de agresiones a defensores de derechos humanos en el mundo y en esta oportunidad, se centra en defensores de las tierras y el ambiente.
Desde 2012, GW registra 1.910 asesinatos, siendo que el 70%, 1.335 asesinatos, ocurrieron en América Latina. Además, la organización registró que, de los 1.910 asesinatos, 1.390 tuvieron lugar entre la aprobación del Acuerdo de París acontecido el 12 de diciembre de 2015 y el 31 de diciembre de 2022.
Con la precisión metodológica de que las cifras presentadas en el informe se deben considerar apenas como una imagen parcial de la magnitud de las agresiones y asesinatos acontecidos contra los defensores de tierras, territorios y medio ambiente en todo el mundo en el año 2022. Se lograron Identifican casos en solo 18 países en 2022, pero ha múltiples razones para suponer que en muchos otros lugares, estas situaciones también ocurren.
En promedio, un defensor fue asesinado cada dos días en 2022, cifra similar a la registrada en el año 2021.
El empeoramiento de la a crisis climática y la demanda cada vez mayor de productos agrícolas, combustibles y minerales no hace más que intensificar la presión sobre el medio ambiente –y sobre aquellos que arriesgan sus vidas para defenderlo.
La situación en América Latina sigue siendo particularmente grave ya que es en ella donde se documentaron el 88% de los asesinatos de un total de 177; once de los dieciocho países documentados pertenecen a la región.
Honduras, con 14 asesinatos tiene promedio más alto per cápita del mundo. Aunque la presidenta Xiomara Castro reconoce el problema y se ha comprometido a proteger a los defensores, el año 2023 continuó con una violencia generalizada con reportes de asesinatos y ataques en todo el país.
Por ejemplo, en la madrugada del 19 de septiembre de 2023, individuos armados ingresaron a la comunidad de Vallecito, Colón, con el objetivo de atentar contra la vida de Miriam Miranda, coordinadora general de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH).
El Grupo de Trabajo CLACSO Crisis civilizatoria, reconfiguraciones del racismo, movimientos sociales afro latinoamericanos, ha emitido un comunicado por el cual se afirma que “…este atentado no es un hecho aislado, sino que forma parte de un plan de genocidio y exterminio que ha estado afectando al pueblo Garifuna durante demasiado tiempo. Desde amenazas y asesinatos hasta desapariciones forzadas, el pueblo Garífuna ha enfrentado una serie de agresiones inaceptables que solo han servido para aumentar los niveles de impunidad y racismo que enfrentan”[1]
El país donde se han registrado más asesinatos contra personas defensoras de la tierra y el ambiente es Colombia. En 2022 se documentaron 60 casos que casi duplican los 33 del año 2021. También en Colombia, el presidente ha reconocido el grave problema y desde su toma del gobierno en agosto de 2022 ha iniciado acciones para enfrentarlo.
En general, más de un tercio (36%) de los defensores asesinados fueron pueblos indígenas y el 7% eran afrodescendientes. Más de una quinta parte (22%) eran pequeños agricultores. Todos ellos dependían de sus tierras y los recursos naturales para ganarse la vida.
Recordemos que, en su momento, la Patricia Espinosa, Secrearia Ejecutiva de la convención marco de la ONU sobre cambio climático (UNFCCC), afirmó que “Los pueblos indígenas deben ser parte de la solución al cambio climático. Esto se debe a que tienes el conocimiento tradicional de tus antepasados. El importante valor de ese conocimiento simplemente no puede (y no debe) subestimarse. También eres esencial para encontrar soluciones hoy y en el futuro. El Acuerdo de París sobre el Cambio Climático lo reconoce. Reconoce su papel en la construcción de un mundo resiliente frente a los impactos climáticos”.
Como expresara Vandana Shiva, en el prefacio del informe del año anterior de GW, estas personas defensoras de la tierra y la naturaleza son quienes entienden, en el nivel más profundo, cómo el destino de la humanidad está entrelazado con el destino de los lugares naturales que defienden. Es por eso por lo que están dispuestas a arriesgarlo todo para defenderlos y por lo tanto, más que nadie, merecen protección.
Sin embargo, los datos de este informe, y las noticias cotidianas, parecen indicar que los Estados, las empresas y en general la sociedad en su conjunto, o no toman conciencia de ello o no logra ejecutar acciones que realmente les protejan.
[1] https://www.clacso.org/repudio-y-solidaridad-con-miriam-miranda-y-el-pueblo-garifuna/