El movimiento sindical de los Estados Unidos de Norteamérica está viviendo un crecimiento cuantitativo y cualitativo sin precedentes de las últimas décadas.
Ya en el año 2021 se conocieron encuestas que marcaban un alto nivel de apoyo a los sindicatos, solo comparable con datos de mediados de los 60 del siglo anterior. Además, entre las instituciones más conocidas, los sindicatos eran los únicos que aumentaban confianza.
Y ello comenzaba a darse a pesar de la férrea resistencia del sector empresarial que, de muchas formas, legales e ilegales, se oponía y opone actualmente a la conformación de sindicatos, a la negociación colectiva y por supuesto, a las huelgas.
En especial es importante destacar que los intentos organizativos y más recientemente, negociaciones y huelgas, se están produciendo en sectores emblemáticos para los Estados Unidos, en empresas cuyos productos forman parte del imaginario social, económico y cultural del país.
El 14 de septiembre, convocada por el Sindicato Internacional de Trabajadores Unidos del Automóvil, Aeroespacial y de Implementos Agrícolas de América (UAW), inició la huelga en las denominadas “tres grandes” de la industria automovilística norteamericana: Ford, General Motor y Stellantis.
La UAW tiene más de 1 millón de miembros activos y jubilados en los Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, además de estar afiliado a la AFL-CIO y al Congreso Laboral Canadiense y a IndustriALL Global Union, que representa a más de 50 millones de trabajadores de la energía, la minería y la manufactura en todo el mundo.
Las empresas tardaron más de un mes en responder a las demandas de UAW y no lograron poner sobre la mesa ofertas de contratos que recogieran ni cerca las reivindicaciones sindicales. Por eso, cuando los contratos de las compañías automotrices expiraron el 14 de septiembre, el UAW lanzó la huelga y por primera vez golpeó a los “tres grandes” a la vez.
El sindicato reclama varios puntos, entre ellos un aumento salarial promedio del del 40% ya que, sostienen, ese fue el aumento que recibieron, en los últimos cuatro años, los ejecutivos de la empresa.
Además, explican que los salarios inciden en un porcentaje muy bajo en el costo de producción empresarial por lo cual, empresas que reconoce haber ganado 21.000 millones de dólares en beneficios sólo en los primeros seis meses de este año 2023, no debieran tener dificultades para acceder a las demandas sindicales.
“Las ganancias récord significan contratos récord”, dijo Shawn Fain, presidente del sindicato.
La huelga apenas ha iniciado y como ha declarado recientemente Fain “Hemos estado disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana para negociar un acuerdo que reconozca los sacrificios y contribuciones de nuestros miembros a estas ganancias récord”, pero hasta el momento, no han recibido respuestas.
La acción sindical tiene la característica de ser una Stand Up Strike que es un nuevo enfoque de huelga, ya que, en lugar de atacar todas las plantas a la vez, se ha convocado a locales selectos a “ponerse de pie” y declararse en huelga. Si los fabricantes de automóviles no logran avanzar en las negociaciones y negociar de buena fe en el futuro, se convocará a más trabajadores a unirse a la huelga.
Por tanto, de no haber acuerdo en pocos días, la huelga puede crecer dentro y fuera de USA ya que también en Canadá y Puerto Rico, los sindicatos locales están a la espera de lo que pueda acontecer.
Por otro lado, el 14 de julio de esta año 2023, se inició la huelga del Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (Screen Actors Guild – American Federation of Television and Radio Artists), SAG-AFTRA, por sus siglas en inglés, que representa a más de 160 000 personas trabajadoras entre actores, locutores, periodistas de radio y televisión, bailarines, presentadores de televisión, artistas discográficos, cantantes, dobles de acción, actores de voz y otros profesionales de los medios de comunicación. También está afiliada a la AFL-CIO, la mayor federación sindical en USA.
La huelga se suma a la previamente declarada de los guionistas de Hollywood, por lo cual, es la primera vez desde el año 1960, que ambos sectores están en huelga.
En este caso, la contraparte es la Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP) que representa a los estudios cinematográficos principales del país.
Las negociaciones se realizaron durante meses pero los avances fueron mínimos, por lo cual, el sindicato decidió declarar la huelga.
La dirección sindical, presidida por la famosa actriz Fran Drescher, ha expresado que “Necesitamos contratos transformadores, pero seguimos estando muy distanciados en las cuestiones más críticas que afectan la supervivencia misma de nuestra profesión. Específicamente, necesitamos una compensación justa que tenga en cuenta la inflación, el reparto de ingresos además de los residuos, protección contra la tecnología de inteligencia artificial y actualizaciones de nuestros topes de contribuciones a las pensiones y la salud, que no han cambiado en décadas”.
Tanto la huelga de UAW como la de SAG-AFTRA se acompañan de múltiples acciones demostrativa de apoyo y difusión de las demandas.
Por ejemplo, el 13 de septiembre, frente a los estudios de la Paramount en Los Angeles, el SAG-AFTRA llevó a cabo una multitudinaria demostración instando al sector empresarial a responder sus demandas y volver a la mesa de negociaciones.
En ambos casos, las acciones sindicales han tenido amplia difusión y han provocado posicionamientos entre el sistema político y en general de la sociedad estadounidense.
Claramente, la cercanía del proceso electoral es un telón de fondo de estas acciones y obliga, en particular al partido demócrata (tradicionalmente más cercano a los sindicatos) a opinar y también actuar para no verse afectado por los acontecimientos.
Como sea, no cabe duda de que en la actualidad, el peso política y social de los sindicatos de USA es mucho mayor que hace algunos años lo cual en un dato altamente relevante y que debe ser tomado en cuenta para analizar el presente y futuro de los y las trabajadoras del mundo entero.