El documental No Other Land recibió la estatuilla en la categoría de mejor documental en la gala de los premios Oscar 2025 ocurrida el 2 de marzo en Hollywood, Los Angeles.
Más allá de los méritos artísticos de la coproducción palestino-noruega, se trata de un acontecimiento relevante desde el punto de vista político y social.
Yuval Abraham, Basel Adra, Hamdam Ballal y Rachel Szor son los directores del documental que exhibe la realidad de Masafer Yatta, una localidad de Cisjordania ubicada al sur de Hebrón, constantemente asediada por las fuerzas de ocupación israelíes desde hace décadas.
El documental comenzó a rodarse en el año 2019 y se terminó de producir antes de los hechos del 7 de octubre del año 2023. Por tanto, los testimonios recogidos reafirman que los horribles hechos actuales que se vive en Palestina tienen raíces antiguas y por tanto, sus posibles soluciones deberán encontrar respuestas a las causas históricas que nos han traído a este duro presente.
El propio título de la película, que reafirma el deseo de palestinos (y también de israelíes) de vivir en esas tierras, contradice notablemente la distópica propuesta del actual presidente de los EEUU sobre un posible destino de Gaza sin sus pobladores ancestrales pero con edificios e instalaciones nuevas al estilo de los mejores clubes privados del Mediterráneo.
Yuval Abraham, el documentalista israelí, trabó amistad con el palestino Basel Adra y fueron ambos quienes recogieron el premio brindando un breve pero significativo discurso que ha dado la vuelta al mundo.
Abraham manifestó que hay que buscar una solución política “…sin supremacía étnica, con derechos nacionales para ambos pueblos”.
Además, estableció la responsabilidad de los EEUU en esa situación porque “…la política exterior de este país está ayudando a bloquear ese camino. ¿Por qué no pueden ver que estamos entrelazados? Mi pueblo solo podrá estar verdaderamente seguro si el pueblo de Basel también viva libre y seguro. No es demasiado tarde”.
Parece notorio que la selección de esta producción fílmica como la mejor, refleja el sentir dominante de mucha gente en los EEUU que cada vez más acepta un relato sobre el llamado medio oriente en el que se incorporan elementos que, hasta hace poco tiempo, no estaban considerados o simplemente se negaban.
No hay precisión sobre el origen de la denominación “Oscar” a este premio de la Academia de Hollywood, pero es bueno recordar que, la palabra tiene origen germánico y su significado es “flecha o lanza de los dioses”.
En la historia de los premios Oscar no son tantos los momentos de impacto político y social, pero han existido episodios memorables, algunos de los cuales tienen relación con el presente y con el significado originario del nombre de la estatuilla.
En el año 1973 Marlon Brando rechazó recibir el premio al mejor actor por su incomparable papel en El Padrino, seguramente una de las mejores películas de todos los tiempos.
Cuando Roger Moore lo invita a recibir el premio, en lugar de Brando subió al escenario Sacheen Littlefeather, una joven activista y presidenta del Comité Nacional de Imagen Afirmativa de los Nativos Americanos, quien anunció la decisión de Brando motivada en dos razones: el mal trato de la industria cinematográfica a las primeras naciones de los EEUU y los hechos que ocurrían en esos tiempo en la zona de Wounded Knee, Dakota del Sur, cuando una protesta en territorios ancestrales terminó con desalojo y muerte de indígenas.
El18 de febrero de 2025, Leonard Peltier obtuvo el beneficio de arresto domiciliario tras haber pasado medio siglo en una prisión de Florida.
Peltier, activista indigena, estuvo todo ese tiempo privado de libertad, en el marco de un proceso judicial muy cuestionado, por hechos relacionados con los acontecimientos de Wounded Knee y en la reserva de Pine Ridge.
Aquellos hechos que motivar a Brando a rechazar el Oscar, hoy tienen mucha relevancia, si hacemos un esfuerzo por no perder la memoria y por atar cabos.